lunes, 31 de agosto de 2015

SON LAS FOTOGRAFIAS DE MIS VIAJES. ITERUM. Hoi An. Vietnam

ITERUM
Hoi An es una pequeña ciudad en la costa de Vietnam, en el Mar de China. Esa pequeña ciudad fue el puerto más importante del sudeste asiático en el siglo I. Por esa tradición de lugar de llegada y salida de mercancías muchos han sido los que han querido conquistarla y asentarse alrededor de su puerto. Chinos, japoneses, portugueses, holandeses, españoles... todos quisieron tomar esa base comercial tan importante en beneficio propio.
Su centro histórico fue declarado Patrimonio Universal por la UNESCO y no es para menos. Podría rellenar varios posts sólo con las imágenes y las historias que vivimos en esa ciudad, todo sea dicho de paso, una ciudad preparada para el turismo, con muchos comercios de artesanía, antigüedades y souvenirs. No es extraño, muy cerca se encuentran las mejores playas y hoteles de Vietnam, y os garantizo que son una maravilla, piscinas naturales, comida excepcional, jardines de infarto y suites del tamaño de una vivienda.
Hoi An es, pues, un lugar imprescindible si se viaja a Vietnam.
La fotografia que comparto es de una construcción realizada por los japoneses en el siglo XVI, época en que los señores de la ciudad invitaron a asentarse en ella a comerciantes japoneses y chinos con el fin de incrementar el potencial económico y comercial del puerto. Ambos dejaron muestras artísticas espectaculares. A mi personalmente me fascinó el puente japonés, cuya cubierta está íntegramente realizada en madera sin utilizar ni un solo clavo. Este puente es único en el mundo ya que no se conoce otro unido en su extremo con una pagoda.
Cuentan los lugareños una leyenda sobre la construcción del puente. Pocos años antes varios terremotos sacudieron Japón y los habitantes de Hoi An japoneses se pusieron de acuerdo para construir el puente con la base de piedra apuntando al corazón del enorme dragón subterráneo que se creyó que provocaba esos terremotos y que tenía la cabeza en la India, el cuerpo en Vietnam y la cola en Japón. Sólo la piedra lograría atravesarlo y acabar con él.
La realidad es mucho menos bucólica: se construyó para unir el barrio japonés con el barrio chino para favorecer los intercambios comerciales y evitar el río.