lunes, 8 de junio de 2015

SON LAS FOTOGRAFIAS DE MIS VIAJES. San Pedro. Perú.

Una de las peculiaridades de Perú es que alberga el 89% de la población mundial alpacas, pero no sólo estos camélidos habitan en sus altiplanos, sino que también se pueden encontrar llamas, vicuñas y guanacos.
Una de mis obsesiones cuando estuve allí era llegar a distinguir, antes de irme del país, cada una de las especies sin confundirme, y sobre todo, que a la hora de adquirir alguna pieza de esa maravillosa lana, tuviera criterio para elegir sin equivocarme.
Al final lo logré, al igual que fui capaz de poner por orden de categoría a cada una de esas especies. La lana de cada una tiene un valor muy distinto, ya sea por su suavidad, por su escasez o por tratarse de lanas tan exclusivas que toda la producción se destina a los grandes diseñadores de moda.
Pero, además, dentro de cada especie, también hay diferentes clases de lana. No es lo mismo la lana de una llama adulta que la de una llama baby, ni la de una alpaca adulta a otra baby.
La fotografía que hoy comparto es de unos pequeños ejemplares de alpaca. Seguro que todavía no habían sido esquilados por lo que la lana obtenida tendría la categoria de "Baby Alpaca", que es la de mayor calidad en la especie, ya que se trata del pelo más suave que tendrá el animal en toda su vida. Pero el término Baby no hace referencia a la edad del animal, ya que necesitan llegar a adultos (aproximadamente tres años) antes de estar listos para el primer esquilado.
Se trata de una lana tan suave y fina que las prendas que se elaboran con ella son comodísimas y proporcinan mucho abrigo, a pesar de ser prendas muy ligeras. Además también son hipoalergénicas por no contener lanolina.
La lana de las alpacas es muy apreciada por su escasez. Hay que tener en cuenta que sólo hay 6 millones de animales en el mundo, frente a los aproximadamente 50 millones de cabras de Cashmere o los 1.500 millones de ovejas.