domingo, 4 de enero de 2015

SON LAS FOTOGRAFÍAS DE MIS VIAJES. Canal de Nyhavn. Copenhague. Dinamarca

Copenhague es una de mis ciudades favoritas. Esta ciudad nació en la Edad Media como puerto de pescadores. Su sistema de canales facilitó su conexión directa al mar y que el transporte de mercancías desde los países escandinavos y bálticos fuera significativamente fácil y abrigado.
Especiales son sus calles transitadas por muchos viandantes y ciclistas, con poco tráfico de coches y muchas zonas peatonales.
En esa ciudad he visto cosas muy originales: chicas que cuidan bebés y llevan a varios en el mismo cochecito, mamás y papás en bicicletas con remolque parecido a una tienda de campaña para que los niños no pasen frío, marcas de cerveza que auspician fundaciones culturales, museos con jardines cubiertos interiores, restaurantes, bares y tiendas de diseño ultramoderno, hoteles con una simplicidad absoluta de formas y líneas, floristerías y, por consiguiente, flores y brezos por todas partes (¡con ese clima!), rincones con encanto, pinturas murales, estatuas de escritores de cuentos famosos, un parque de atracciones vintage y un gigante de papel maché en plena calle que tiene la misma altura que el hombre más alto del mundo, según el libro Guiness de los records. 
Y claro, una sirena... que no se me olvide!!.
En el año 2008 la prestigiosa revista Monocle declaró a Copenhague como la mejor ciudad para vivir y como la mejor ciudad del diseño de todo el mundo. La selección se hizo en base a múltiples factores como la vida cultural, los medios de transporte, el índice de delincuencia, su arquitectura y urbanismo. No me extraña.